lunes, 26 de octubre de 2015

Día 49

¿Dónde estabas? 
Sus ojos parecían perdidos. Totalmente abstraída fijó su mirada en él. Intentaba volver y responder pero estaba paralizada. No podía emitir ni un pequeño sonido de su garganta, ni abrir su boca, ni siquiera mover un musculo. Permaneció así durante unos segundos más hasta que finalmente pudo decir débilmente unas pequeñas palabras. Cada vez le ocurrían más a menudo aquellos lapsus, no conseguía controlar aquello. Sin poder evitarlo se evadía de tal forma del mundo real, con tanta intensidad que le resultaba complicado volver a la realidad. ¿Para qué vivir la realidad? No le gustaba nada en absoluto su vida, en la realidad se sentía perdida, fuera de lugar, triste y cansada. Si. Definitivamente era mucho mejor dejarse llevar por sus pensamientos y volar. Volar hacia la nada, hacia ese espacio en el que no cabía la tristeza, en el que se sentía totalmente ella y sobre todo feliz. Feliz, feliz ! Era una necesidad para ella sentirse en paz consigo misma y con los demás, sentir como podía conseguir cualquier meta que se propusiera. Subir una montaña, navegar en un velero, correr campo a través sin fatigarse o simplemente sentarse al borde de un riachuelo observando las corrientes. Habían miles de cosas que hacer y miles de cosas por vivir en su mundo sin miedos, sin tabús, sin trabas. Allí se sentía tan segura y fuerte, tan entera y completa... 
Algunos dirían que es una acción de cobardes. Otros de locura, o a saber que...Ella sólo pensaba en que solo tenía una vida. ¿Porque no vivir como ella quería? ¿Qué daño hacía? Era la única forma en la que se sentía libre, libre y feliz, en su mundo, en sus pensamientos, en su otro yo, el verdadero.

Desearía, desearía que mi nombre fuese...