martes, 29 de septiembre de 2015

Día 48

-No esperaba menos de ti- Le dijo mientras apoyaba su mano en el hombro de ella. Al oír aquellas palabras alzó la vista girando levemente su cabeza. ¿Qué pretendía decirle? No se atrevía a preguntar. Quizás una respuesta, no era lo que ella realmente necesitaba. 
Estaba allí y era lo que importaba al fin y al cabo ¿No? Odiaba los paradigmas, esas conversaciones en las que uno tiene que interpretar casi por gestos que esta queriendo decir el otro, surgiendo en su cabeza cientos de cuestiones ¿Está queriéndome decir esto o ...? ¿Estaré interpretando algo que no es lo que es? 
Si. Odiaba esa sensación de sentirse perdida entre las palabras, esa ambigüedad en las conversaciones la exasperaba.  Para ella había momentos y momentos. Momentos en los que cierta ambigüedad era necesaria y resultaba incluso excitante. Pero ese no era ni mucho menos el caso. 

Intentó averiguar que había detrás de aquel rostro que pudiera sacarla de dudas. Él seguía con la mirada fija en los ojos de ella y una media sonrisa aparentemente sincera. Decidió olvidarse de aquella frase sin sentido para ella, estaba agotada, si, realmente demasiado agotada. Se sentía enormemente vieja de tanto pensar y tan cansada...Silencio, añoraba el silencio. Echaba tanto de menos esos momentos en los que no hacia falta ni una palabra, en los que con solo una mirada sobraba, en los que solo la piel hablaba. ¿Como se perdió aquella conexión? Volvió a mirarle de nuevo mientras se hacía esa pregunta para sí misma. Él parecía no enterarse de todo el enjambre de dudas, de preguntas sin respuesta, de incertidumbres e inseguridades que le pasaban en ese momento por la cabeza. 

Él seguía hablando pero ella solo podía escuchar su silencio...