Las horas pasan lentas.
Todo mi mundo se derrumba ya a mi alrededor, todo lo que fui o dejé de ser ya no importa.
Las horas pasan.
La casa está vacia. Una extraña habita en ella, no la reconozco, no sé quien es, ni que quiere, ni adonde va.
Las horas pasan lentas.
¿Qué más me da? Me levanto unos segundos, recorro la casa intentando encontrar algo que pueda reconocer, pero no hay nada. No llevo parte de mi pasado encima, me despojé de todo sin importarme las consecuencias.
Las horas pasan.
Los fantasmas se acercan para recordarme una y otra vez lo que pudo haber sido y no fue. ¿ Lo intenté todo? No...todo nunca es suficiente, siempre hay un más al todo.
Las horas pasan.
Mi voz se ahoga en el silencio. Las palabras enmudecen mi alma, palabras mudas que no saben salir a la luz para decir todo lo que necesito decir. Palabras, palabras.. !Basta ya de palabras! No quiero hablar más, no quiero seguir hablando a la nada, no hay nada ya de que hablar.
Las horas pasan.
!Quiero ser una niña de nuevo! Todo era más fácil. Sencillo. Divertido. Ellos siempre estaban ahí, cuando lloraba, cuando los necesitaba. Ahora debo comportarme como una adulta y no llorar en su regazo. Debo ser fuerte a la fuerza, no mostrar debilidad. Sé que ellos estan y estarán siempre cuando los necesite, pero no debo, no debo...¿O sí?
Las horas pasan.
Se acercan rostros, algunos me ofrecen su mano, otros, claramente su interés. La duda me invade ¿Sola o acompañada?
Las horas pasan.
Decepción + Fracaso = Caos.
Caos > Amor
Nunca se me dieron bien las matemáticas.
Las horas pasan lentas.
Necesito no pensar más. Esa soy yo en el rincón.